23 de septiembre de 2010

Espejo

Así,
amáme,
febrilmente,
grotescamente,
retrógradamente,
revolucionariamente.
Amáme hasta extinguir
ese ardor que guardamos
durante intangibles segundos:
ciento ochenta y nueve millones,
ochocientos veintisiete mil, catorce.
Amame para volver a contemplar eso,
tu gracioso lunar que no puedo recordar
si estaba en la nalga izquierda o la derecha.
Amáme hasta que todo esté volteado al revés
y vuelto a enderezar, y de cabeza otra vez, y así.
Amáme que amar es resucitar esos días violáceos
en que me mirabas con serenidad, y me recordabas
que realmente no importaba si mañana terminaba todo,
que la eternidad se hacía más eterna con la menor caricia.
Amáme que el viento nunca imaginó que amar fuera tan fácil.
Buscando  amor recorre  kilómetros ignorando  que si queremos
estamos dispuestos a mostrarle a cualquiera qué tan simple resulta
revolcarnos en este cuento finito e inconcluso. Finito para los demás,
inconcluso para nosotros que estamos con toda esta ligadura de pasión,
y deseos, y descargas perpetuas de emoción, e interacciones tan sublimes
que resulta increíble darse vuelta en la cama, y ver tu cara con asombro
y tener esa sensación terrible de ¿quién sos vos? yo no te quería más.
No te metas, que las cosas no fueron como quería, cometí un error.
Estás deseosa de romper todo ese intercambio eterno, exquisito,
entre mi deseo entregado y tu entrega deseosa. No funciona,
porque no soporto tu manía de creerte señora feminista,
tus típicas inercias de entregadora de favores eróticos,
tus analogías descuidadas entre yo, y ése, y éste, y él,
y aquél, y el viejo, y el pibe, y el gordo, y el flaco.
Y los fantasmas continúan ese desfile grotesco.
¿Cómo puede ser tan fácil hacerse el tonto?
¿Cómo puedo engañar así a mi dignidad?
Pero basta, flaca, ya ni siquiera servís
para sacarme las ganas de belleza.
(Entrar y salir del amor es decir:
mundo pueril, mundo tangible.)
¿Ganas de belleza, digo yo?
La belleza en una señora
es su gran capacidad
para poder inspirar.
Y de eso carecés.
Odiame, ya.
Gracias.
Fue.

3 comentarios:

  1. Amor-desamor, pasion-odio, una reflejo de la otra, unidas y a la vez distanciadas.Una forma original de retratar los sentimientos y reflejar su contenido.
    Gracias y un saludo.

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  2. Juan José Grande9/3/11, 0:50

    Interesante concepto :)

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