7 de julio de 2010

Ambivalencia

Antes de que fuera lo que soy,
en aquel rincón de la frondoza nada,
antes de mi primer amanecer:
un sin fin de oscuridades blancas
que fueron presencia indiscutible,
sólo hasta la fecha esperada
en que la nada se transformó en todo
y el llanto sonó para anunciar mi alba.

A través de los profundos rincones
de mis neuronas, rugen, claman
las ansias de obtener presto
entendimiento y sabiduría grata.

¿Para qué los eternos sueños?
¿Para qué toda esa tinta derrochada
en la historia de detalles entrañados
de tristezas y alegrías mansas,
si al final, como una burla gris
vuelven las oscuridades blancas?
Ningún cielo prometido se vislumbra,
se interponen la tierra, y las tablas.

Ambivalencia de la nada y el todo
Una moneda. Dos caras.
¿Qué es la mente, y dónde va
cuando las velas se apagan?

1 comentario:

  1. La verdad, Javier, quedé sorprendido. A veces, este mundo de la comunicación nos incomunica. No soy de entrar mucho al MSN, ahora que la salud no me acompaña estoy entrando, vi el link de tu blog y me puse a leerlo, cautivante. Un abrazo, Javier.-

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